
John Kennedy Toole fue un escritor estadounidense.
Este hombre fue un caso medio raro. Escribió un libro notable: La conjura de los necios. El libro fue publicado más de una década después de su muerte. Cuando lo quiso publicar, le dijeron que la novela era una porquería.
Al pobre John le tocó un editor estúpido. Y él, sin pelearla demasiado, se desanimó y se dedicó a emborracharse-
Tuvo una infancia que no sé si decir buena o mala. Los padres lo cuidaban mucho y su madre, una mujer de esas que te dicen: "esto es así" y lo tenés que hacer así porque se ponen locas si desobedecés. John era uno de esos chicos buenitos que hacen caso a la mamá.
Ella lo cuidaba de todos los peligros, por eso no lo dejaba jugar con otros chicos. A medida que él creció, su madre siguió encargándose de vigilarlo para que nada pudiera perjudicarlo. Y él siguió haciéndole caso.
Estudió literatura en la universidad y se recibió con honores. Al salir de la facultad, se puso a trabajar, por poco tiempo, en una fábrica de ropa (experiencia que le serviría para su libro). Después, el ejército lo reclutó y fue a Puerto Rico, donde lo pusieron a dar clases de inglés a los reclutas que hablaban castellano.
Al volver a Estados Unidos, trabajó como profesor en la universidad y un poco en el periodismo.
Salió con algunas chicas, pero su mamá se encargó de destruir todo posible romance serio. Se quedó soltero y, al no poder publicar su novela, se deprimió.
Tomó una decisión: agarró una manguera que servía para regar las plantas del patio. Fue al garaje, conectó la manguera al caño de escape. La otra punta de la manguera la metió por el vidrio subido de la puerta. Se quedó pensando vaya a saber qué en el interior del auto. Y se suicidó. Tenía treinta y un años. Esto pasó en 1969.
Desde su muerte, la madre quiso publicar el libro. No encontró mejor forma que llamar a cada rato al novelista Walker Percy. El tipo, entre seguir aguantando a la madre o leer el libro, optó por leerlo.
El mismo Walker contó que pensaba que el libro era pésimo. Con las primeras páginas, cambió de opinión. Estaba leyendo una novela genial.
La publicaron en 1980 y fue un suceso. La novela es notable y el personaje principal, Ignatius J. Reilly, un gordo que tiene ideas propias de la Edad Media. Ignatius es uno de los personajes más destacados de la literatura estadounidense.
Fue una pena que John no tuviera más fuerza interior. De haber seguido la lucha, habría sabido que La conjura de los necios era una obra maestra.
Nació en Estados Unidos, en 1937 y murió en 1969.