
John Steinbeck fue un escritor estadounidense.
Hablar de Steinbeck es hablar de uno de los principales protagonistas de la literatura del siglo veinte. Ganó el Premio Nobel de Literatura y, por supuesto, el Pulitzer. Empezó la universidad, pero abandonó. Necesitaba ganar dinero y se buscó toda clase de trabajos: albañil, peón de campo, empleado en un comercio. Nada de eso era lo de él. Lo suyo era escribir y el resto, anécdota.
Se casó, se separó, volvió a casarse, esta vez con una cantante y tuvo con ella dos hijos. Mientras trabajaba en un periódico, publicó Tortilla Flat y le hicieron buenas críticas.
En medio de la Gran Depresión de los años 30, Steinbeck comenzó a convertirse en un serio conocedor de la psicología humana y de los problemas reales de la sociedad. Así, llegó a ser uno de los principales (o el principal) escritores del realismo social estadounidense.
Sus novelas tienen como característica común el describir la vida de los trabajadores pobres y los marginados sociales. Las uvas de la ira (The Grapes of Wrath) es una de las máximas expresiones de su estilo. Por esta novela, se lo acusó de ser socialista y un provocador. Los que se ocupan de trabajar de políticos y los que se ocupan del periodismo político, como en todas partes, no les gusta que les muestren la realidad. Eligen permanecer en el mundo Disney. Steinbeck, no. Y lleva a sus lectores a ver lo real.
La novela breve La perla y su algo discursiva, pero interesante y exitosa novela Al este del Edén, son otras dos de sus mejores obras.
Nació en 1902 y murió en 1968.