
Lucia Berlin, que nació en el estado de Alaska, el 12 de noviembre de 1936 y murió en Los Ángeles, el 12 de noviembre de 2004, fue una escritora estadounidense.
Su padre era un ingeniero de minas que se incorporó al ejército en la Segunda Guerra Mundial. Lucia, su madre y su hermana se fueron a Texas para vivir con sus abuelos.
Cuando su padre regresó, se mudaron a Chile, donde vivió como una chica de clase alta. Luego, se instaló en México, se casó a los diecisiete años con un escultor que la abandonó, dejándola con dos hijos.
Volvió a casarse, esta vez con un música, tuvo otros hijos, se consiguió un amante, también, músico, se divorció del marido, volvió a México y se casó con el que había sido su amante.
Terminó separada por tercera vez, sin dinero y convertida en alcohólica.
Trabajó en lo que fuera, incluso de empleada doméstica, y consiguió un puesto en la Universidad de Colorado. Resultó ser una profesora superior a la mayoría.
Tuvo serios problemas pulmonares y pasó el último tiempo de su vida con un tubo de oxígeno a su lado.
Los cuentos que escribió tienen mucho de autobiográfico. En ellos aparecen personajes que conoció, como su primer marido drogadicto, situaciones que vivió, como su propio alcoholismo y sitios desagradables, como prisiones o asilos.
En vida, publicó solo tres libros en los que reunió setenta y siete cuentos.
Logró un lugar en la literatura después de muerta, cuando editaron algunos de sus cuentos con el título Manual para mujeres de la limpieza. Después, aparecieron nuevas recopilaciones: Una noche en el Paraíso y Bienvenida a casa.