
Maya Angelou, como se conoce a la mujer nacida como Marguerite Johnson, fue una escritora estadounidense y muchas otras cosas (actriz, directora de cine y televisión), pero, sobre todo, una poeta.
Defensora de los derechos civiles de los negros, militó poniendo cuerpo y vos a los movimientos de los años sesenta liderados por Martin Luther King y por su amigo Malcolm x, ambos asesinados en esos años.
Maya no tuvo la infancia de una niña común. Sus padres se separaron, su madre se juntó con una porquería de tipo y el tipo violó a Maya cuando tenía ocho años. Maya lo contó, el degenerado fue preso y, al tiempo, salió libre.
Alguien decidió hacer justicia y lo mató. Al enterarse Maya, que era una niña hipersensible creyó que el pederasta había muerto por su culpa al haber hablado. De modo que tomó una decisión rara: no habló durante cinco años, convencida de que su voz provocaba la muerte de quien la dañara.
Ya crecida, se casó con un griego del que tomó parte del apellido para construir su seudónimo. El marido era músico y formaron un grupo en el que Maya cantaba y bailaba. Se separaron, Maya siguió bailando y cantando y grabó el disco Miss Calipso.
Cerca de cumplir cuarenta años, se dedicó a la literatura y escribió poesía, cuentos y guiones de cine y teatro. Excepto su poesía, el resto es mediocre, excepto Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado, un libro autobiográfico en el que cuenta lo que le pasó en la infancia. El libro fue exitoso en ventas y ella, sin tener estudios universitarios, enseñó literatura en la universidad. Una mujer que se movió en la vida y fue importante para el mundo cultural estadounidense.
Maya era estadounidense, nació en 1928 y se murió en 2014.
Entre sus libros se destaca: Yo sé por que canta el pájaro enjaulado (I Know Why the Caged Bird Sings) y On the Pulse of Morning Still I Rise (del que no hay versión castellana, que yo sepa)