En este tipo de obras se tiene que resolver un misterio. También reciben el nombre de obras de suspenso. Usualmente, se descubre el misterio hacia el final del relato y la mayoría de las veces se dan elementos para que el lector pueda adivinarlo o elucubrarlo. Generalmente, el misterio es resolver un asesinato o un crimen. Ejemplos de esto son las obras de Agatha Christie, de Sir Arthur Conan Doyle (Sherlock Holmes) y de Peter Straub.