Oscar Wilde, que nació el 16 de octubre de 1854, en Dublín y murió el 30 de noviembre de 1900, en París, fue un escritor irlandés.
Recibió una formación esmerada en los mejores colegios, pero lo que marcó su vida fue su homosexualidad.
En medio de una sociedad pacata y de supuesta alta moral, Wilde escondió su homosexualidad, llegando a casarse y tener dos hijos.
Mantuvo una relación amoroso con Alfred Douglas, un muchacho muy menor a él, y lord Douglas, padre de Alfred,lo persiguió por todos los sitios públicos llamándolo homosexual. Wilde negó su homosexualidad y dijo estar siendo difamado. Así fue que inició un juicio por calumnias a Douglas.
En el juicio no solo quedó al descubierto su homosexualidad, también las orgías que realizaba en un hotel, acompañado por Alfred, con niños pobres que conseguía en las calles y a los que pagaba para abusarlos sexualmente.
Por supuesto que perdió el juicio. Y le iniciaron otro porque en Gran Bretaña regía una ley contra la homosexualidad (considerada delito) y la condena eran dos años de cárcel.
Wilde fue a la cárcel. Su mujer se fue no se sabe adónde con sus dos hijos y se cambió el nombre. ella y sus hijos.
Arruinado de manera pública, Wilde, que fuera un dandy, un esteticista, un famoso conversador y animador de reuniones nocturnas, quedó a la deriva en París, donde se refugió. Su salud se deterioró y terminó muriendo casi en la miseria.
Escribió obras de alto nivel literario: desde los excelentes cuentos infantiles El príncipe feliz y El ruiseñor y la rosa; pasando por su intrigante novela El retrato de Dorian Gray; a obras de teatro como La importancia de llamarse Ernesto y El abanico de lady Windemere.
Además, escribió ensayos, poemas y otros libros que, por llevar su nombre, fueron bien criticados, pero que no alcanzan el nivel de los que nombré.
