
Rafael Alberti, que nació en Cádiz, el 16 de diciembre de 1902 y murió en Cádiz, el 28 de octubre de 1999, fue un poeta español.
Intentó ser pintor, pero la plástica no era para él. Se dedicó a la literatura y, sobre todo, a la poesía.
Se casó dos veces y tuvo una hija. Fue uno de los integrantes de la llamada, en España, generación del 27, formada por poetas como Vicente Aleixandre, Federico García Lorca y Luis Cernuda.
Se afilió al Partido Comunista; en la Guerra Civil, participó en actos culturales organizados por los Republicanos y, al triunfar las fuerzas franquistas, se exilió en Argentina. Más adelante, ya en los años 1960, se fue a Italia.
Volvió a España después de la muerte de Franco. Lo eligieron diputado por el Partido Comunista, pero renunció al cargo en poco tiempo, por desacuerdos con los mandos del Partido.
Marinero en tierra, Cal y canto, Entre el clavel y la espada, Coplas de Juan Panadero son de los mejores libros de poesía que publicó.
Escribió prosa, como La arboleda perdida (libro de memorias) y obras teatrales (El adefesio), de menor nivel que el de su poesía.
Sus poemas tienen un estilo que varió con el tiempo. De simples y populares al comienzo, se convirtieron en complejos, con excesivas metáforas surrealista y cierto gongorismo. Lo mejor que escribió está en esos poemas de los inicios.